En un inesperado giro, el concejal de Vox en Burgos, Martínez Acitores, ha propuesto recortar en un 50% las líneas de ayudas de cooperación en el presupuesto 2024. Sin embargo, los argumentos presentados por Acitores han sido desmentidos por las ONG locales, desencadenando una intensa batalla en torno a la cooperación internacional en la ciudad.
Acitores argumentó que la cooperación no es competencia del Ayuntamiento, que las subvenciones no se ejecutan en su totalidad y que algunas entidades locales critican el envío de fondos al extranjero. No obstante, estas afirmaciones han sido rebatidas con contundencia por la Coodecyl. La Ley 1/2023 reconoce claramente la competencia municipal en cooperación, desafiando la primera justificación de Acitores.
Además, datos reveladores contradicen la afirmación de Acitores sobre la baja ejecución de las subvenciones, demostrando un sólido historial con más del 92% de ejecución desde 2015. La crítica a entidades sociales también ha sido cuestionada, destacando la importancia de la cooperación para la proyección exterior de Burgos, reconocida por su carácter solidario.
Se ha señalado que los argumentos de Acitores forman parte de una moción nacional de Vox, lo que plantea dudas sobre su veracidad y origen local. Ante esta situación, las ONG locales están preparando una respuesta contundente: una recogida de firmas entre entidades sociales en apoyo a mantener los fondos para cooperación. Esta iniciativa busca influir en la votación del presupuesto definitivo en el Ayuntamiento de Burgos.
La ciudad enfrenta así un debate crucial sobre su compromiso con la cooperación internacional y la defensa de los derechos humanos. La batalla entre Vox y las ONG locales refleja tensiones políticas que podrían tener un impacto significativo en la imagen de Burgos a nivel nacional e internacional.