Muy pronto se celebrará el 75 aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos, una declaración en cuyo artículo 14 se dice explícitamente que toda persona tiene derecho a buscar asilo, y disfrutar de él, en cualquier país del mundo.
Las personas refugiadas, concretamente, son seres humanos que se encuentran fuera de su país de origen por temor a la persecución, al conflicto, a la violencia generalizada o a otras circunstancias que perturban gravemente el orden público y, en consecuencia, requieren de protección internacional, tal y como se recoge en la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951 y en el Protocolo sobre el Estatuto de los Refugiados de 1967.
En ese sentido, cuando aceptamos a quien solicita derecho de asilo, estamos dando apoyo y asistencia para que un ser humano pueda vivir con unas mínimas garantías de libertad y seguridad, elementos básicos que lamentablemente le son negados en su país de origen.
La Coordinadora de Organizaciones de Desarrollo de Castilla y León, COODECYL, es aconfesional, pero una parte de las organizaciones a las que representamos comparten, como muchos de ustedes, valores cristianos que en esencia son intrínsecos a la cooperación y la solidaridad internacional. Porque atender a quien solicita refugio es como atender al prójimo al que se alude en los Evangelios en pasajes como el siguiente:
“Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recibisteis; estaba desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí” (Mt 25:35-36).
Los valores que nos transmiten estas palabras, sin duda, nos incitan a movilizarnos en favor de opciones solidarias como la puesta en marcha de un centro de acogida de refugiados.
Valladolid, además, tiene en su ADN un fuerte vínculo con la defensa de los Derechos Humanos. Fue en nuestra ciudad donde se celebró la Controversia entre Bartolomé de las Casas y Juan Ginés de Sepúlveda. Durante esta disputa se planteó por vez primera que a todo ser humano, independientemente de su origen, debían serle reconocidos unos mismos derechos y que ningún ser humano, en ninguna circunstancia, tenía la potestad de someter o tutelar a sus congéneres.
Hoy nos enfrentamos a una nueva controversia: acoger o no a personas que solicitan refugio en nuestro país. Un reto para nuestra sociedad que, en un entorno como en el que nos encontramos, tan dinámico y plagado de incertezas, a veces suscita sentimientos como el miedo o la inseguridad que debemos aprender a superar. Porque, como en esta ocasión, tenemos la oportunidad de mostrarnos como una ciudad solidaria con las personas que huyen de una amenaza real. Son seres humanos como todos nosotros, con una vida, una familia, un trabajo y unas esperanzas que podemos ayudar a que no se destruyan.
Si hay algo que nos puede elevar moralmente como personas es nuestra capacidad de atender al que sufre y de ofrecerle la posibilidad de desarrollar su vida dignamente. La generación de espacios de encuentro y colaboración que apuestan por la justicia global, lejos de debilitarnos, contribuye a generar lazos de amistad y nos fortalece como sociedad.
Por todo ello, desde aquí solicitamos a los grupos municipales del Ayuntamiento de Valladolid que aprovechen esta oportunidad para debatir con honestidad sobre lo que significa ser una ciudad de acogida y que favorezcan que la ciudadanía vallisoletana se sienta orgullosa de seguir siendo un referente en la defensa de los Derechos Humanos a nivel internacional. Y este paso debemos darlo ahora, antes del 31 de diciembre, porque podemos disponer de unos recursos y una financiación europea que difícilmente será recuperable de otra forma.
La COODECYL aprobó en su última Asamblea General, celebrada el pasado 28 de octubre, apoyar la construcción del centro de acogida de refugiados en Valladolid. Somos más de 70 organizaciones en toda Castilla y León y más de 25 estamos presentes en este municipio. Tenemos en nuestro bagaje un historial de trabajo en diversas materias de sensibilización, educación e inclusión que pueden ayudar a que esta iniciativa no sólo salga bien, sino que sea un éxito. Desde ahora mismo nos ponemos a disposición de este Ayuntamiento y de la ciudadanía vallisoletana para que esto sea una realidad.
Si apuestan por que Valladolid sea un espacio de acogida, sensible a quienes buscan en nuestra tierra un futuro que en su lugar de origen les ha sido negado, siempre nos encontrarán a su lado, remando a favor y contribuyendo a que nuestra ciudad sea siempre un lugar mejor, tanto para los que aquí ya vivimos como para los que están por venir.
Muchas gracias.
Reproducción del Texto de la Intervención realizada por
Ignacio Baeza, vicepresidente de COODECYL, en el
Pleno del Ayuntamiento de Valladolid del día
27 de noviembre de 2023