Voluntariado en cooperación al desarrollo

Cada día miles de personas brindan su tiempo y sus habilidades a distintas organizaciones de desarrollo con las que comparten valores y objetivos. Lo hacen con profesionalidad, humanidad y pasión, y convencidas de la necesidad de contribuir al cambio social. Con su actitud y compromiso, las personas voluntarias cambian actitudes que, a su vez, cambian el mundo.

En 2001 Naciones Unidas definía el voluntariado como una expresión de la participación del individuo en la comunidad a la que pertenece. La ONU remarcaba que el voluntariado es nuestra primera línea de defensa contra la atomización social en un mundo globalizado. Hoy, puede que mucho más que nunca, el hecho de preocuparse por los demás y compartir es una necesidad, no un acto de caridad.

En nuestra comunidad, la Ley del Voluntariado de Castilla y León incluye el ‘voluntariado internacional de cooperación para el desarrollo’ -tanto en sede como en terreno o vinculado a la educación para el desarrollo o la ayuda humanitaria- como una de las tipologías del voluntariado.

En la Coordinadora de Organizaciones de Desarrollo de Castilla y León estamos convencidas de que el voluntariado favorece el empoderamiento y la capacidad de incidencia de las personas, contribuyendo a la transformación de la sociedad desde las conexiones entre lo local y lo global.

 

Si tu también quieres colaborar, te proponemos 4 pasos que puedes dar:

Infórmate: saber lo que pasa a tu alrededor y en otros países la mejor forma de empezar y la manera más eficiente de tomar conciencia del estado del mundo.

Organízate: las organizaciones sociales trabajamos para cambiar el rumbo de nuestras sociedades. Súmate a otras personas y participa en ellas… pregúntanos cómo en comunicacion@coodecyl.org

Corre la voz: las transformaciones requieren de un cambio en las actitudes. Reflexiona y habla con tus amistades sobre las desigualdades Norte-Sur, la desigualdad, la emergencia climática,…

Da ejemplo: ahorra energía y agua, recicla, cuida el medio ambiente, colabora con el comercio justo, apuesta por el consumo responsable, invierte en banca ética…

 

Al fin y al cabo, como decía Steve Jobs «solo quienes están lo suficientemente locos como para pensar que pueden cambiar el mundo, son quienes lo hacen».